En nuestra primera clase de Entornos virtuales de aprendizaje y recursos digitales, me llamó mucho la atención aquello que dijo nuestra profesora Ocarina: "la tecnología en la enseñanza no es el futuro, es el presente". Así es, la innovación pedagógica debería ser una realidad de la que todavía no disfrutan la gran mayoría de nuestros alumnos porque desde sus centros educativos, no se les brinda esa oportunidad por falta de recursos y formación del profesorado. Esta situación se ha hecho más evidente estas últimas semanas donde, a profesores y alumnos, nos ha tocado aprender y adaptarnos a esta nueva experiencia del teletrabajo.
Para ser coherentes con la era digital en la que vivimos, el uso de la tecnología debería de haber sido una realidad en cada centro educativo de este país desde hace ya algunos años para cualquier tipo de enseñanza, además de las lenguas. De ser así, quizá muchos docentes no nos habríamos encontrado estos días con situaciones tan preocupantes: alumnos agobiados por desconocimiento del uso de un simple blog, familias sin recursos en sus casas y profesores que se han visto obligados a reinventarse y a ponerse las pilas en el mundo digital.
No creo que haya escusas para que no queramos actualizarnos y aprender a empelar la tecnología como método de enseñanza. Pero es cierto que son bastantes los docentes, con muy pocos conocimientos digitales, que se han visto abordados por una situación que les exige de un día para otro una formación que no han recibido y que nunca antes nadie les había exigido.
Los alumnos de hoy en día tienen una increíble agudeza digital y los profesores debemos guiar esas destrezas en pro de su aprendizaje. Concretamente, en la enseñanza de las lenguas, el uso de las TIC tiene infinitas ventajas:
- Motivan y predisponen al alumnado a tener una actitud atenta y participativa.
- Permiten ofrecer y compartir información, lo que magnifica la posibilidad de aprendizaje.
- Favorecen la cooperación entre el alumnado y la autonomía en el aprendizaje.
- Promueven la creatividad y la iniciativa.
- Favorecen los enfoques comunicativos y la enseñanza mediante tareas.
- Son una fuente de recursos imprescindibles en la enseñanza de las diferentes destrezas de una lengua (escuchar, leer, escribir y hablar): imágenes, vídeos, fotografías, infografías, canciones...
- Facilitan al profesorado la generación de recursos novedosos como los exit tickets, quizzes…
- Permiten utilizar apps educativas como: EdPuzzle, Spanish Challenge, Duolingo, Kahoot...
- Proporcionan un aprendizaje significativo en un contexto real y auténtico para las actividades propuestas.
En definitiva, es innegable que el uso de la tecnología en la enseñanza de las lenguas, así como en otro tipo de enseñanza, aporta suficientes motivos y beneficios como para replantearnos nuestra práctica pedagógica tradicional. La enseñanza necesita una urgente innovación pedagógica que hable en el "nuevo" idioma digital de nuestros alumnos y sea coherente con la realidad de la era tecnológica en la que vivimos desde hace tiempo, nos guste o no.
Imagen extraída de Wikipedia. Archivo: Social networking services.
